Desde que creamos FUDELA y mucho antes, nuestro compromiso para la transformación de vidas a través de promover el desarrollo humano integral ha sido y es más que un simple enunciado; es el corazón de nuestra existencia y la fuerza impulsora detrás de cada acción, de experiencia, de cada programa, de cada proyecto que implementamos.

Dicho compromiso ahora está más vigente que nunca, pues la realidad y la situación de nuestro país y de nuestro mundo nos impulsan a continuar dedicando nuestras vidas a servir a los demás, a trabajar incansablemente por un mundo más justo y equitativo, y a ser agentes de cambio positivo en nuestras comunidades, ciudades y países. Cada proyecto, cada programa, cada emprendimiento que impulsamos tiene sentido porque están conformados por seres humanos que son mucho más que una cifra, pues detrás de cada NNA, joven, mujer, adulto hay una historia, una vida llena de experiencias, emociones, sueños, luchas, esperanzas y anhelos de transformación.

Nuestros procesos, formativos, de capacitación, de educación, tienen un enfoque integral que no solo se basa en dotar de herramientas técnicas o profesionales, sino sobre todo en brindar: información positiva, fomentar hábitos, habilidades y competencias poderosas y cimentar todo esto en valores.